martes, 17 de marzo de 2015

Enchufado a la Vida o al Ego

¿Estás conectado con la Vida o estás conectado con el Ego?.
Te preguntarás cómo saber la diferencia .

Una pista para saberlo es observar como te pones ante las dificultades, el cómo te las tomas, ¿desde el enfrentamiento o la queja….?  Si es así verás el mundo como un lugar de lucha o bien como un valle de lágrimas.
Ante estos paisajes el ego tomará diferentes opciones, pero todas tendrán que ver con el esfuerzo.

Cuando hablo de dificultades me refiero a las cotidianas, a las que te provocan rabia, indignación, etc…
Lo llamaremos ESCENARIO, las situaciones repetitivas que te llenan de razón, y te ponen los pelos de punta, te hacen sacar las uñas o bien te has de morder la lengua en lugar de matar a alguien con la mirada.
Aquellos pequeños desórdenes, deficiencias del otro, que te amargan parte del día….Esos son 
los escenarios.

Las emociones fuertes en situaciones simples son indicadores de estar entrando en el los 
escenarios del Ego.  
Si te das cuenta estas situaciones producen unas sensaciones corporales bastante irrefrenables: aquel “es que me coge una cosa”,  “es que no puedo evitar…”, pues eso, el ego queriendo coger el mando y haciéndolo a través del cuerpo mediante emociones fuertes. 
A esto lo llamaremos DETONADOR.
A partir de aquí perdemos el mundo de vista. Cuando se acciona el detonador, que no es más que una poderosa sensación corporal, nos desconectamos del fluir de la vida, todo empezará a ocurrir como una obra de teatro con un guión inevitable que impone el Ego.
Dejamos de vivir la vida y empezamos a actuar automáticamente el papel que nos corresponde según el Ego, le llamaremos ENEATIPO
Éste no es más que una forma de pseudo-solución o solución barata para no afrontar lo que realmente nos duele, que poco tiene que ver con el presente y mucho con asuntos emocionales no solucionados.

Y te preguntarás: ¿qué puedo hacer yo con esto, como lo cambio?

De manera simple podemos pensar que la culpa es del otro, del entorno o de lo que sea que esté, como no, fuera de ti mismo.
Entonces que cambie el otro, o mejor tomar paciencia y resignarse…. ¡Respira y tranquilízate si puedes, ommm!. O mejor mirar para otro lado, que la vida son cuatro días…¡y si el otro es imbécil peor para él!
Bueno, son algunas de las posibles soluciones, pero te siguen poniendo a merced del Ego que intenta controlar la situación, ya que no confía mucho en la Vida y cree que hay que hacer algo.
A estas soluciones creadas desde el Ego les llamaremos ESTRATEGIAS.

¿Qué tal si vamos un poco más a fondo?, ¿que tal si miramos que hace tu cuerpo justo antes de que se dispare todo?

Seguramente averiguarás que justo cuando empiezas a sentir esa emoción que dispara todo, tu cuerpo hace algo diferente y cambia de golpe, se acciona el detonador, nos instalamos en el eneatipo y actuamos automáticamente la estrategia egoica.

Pues parece que estar conectado con la Vida o con el Ego depende más del cuerpo que de las circunstancias que vivas, y desde luego bien poco de tu fuerza de voluntad. ¡Buenas noticias, aunque no para el Ego!


Por la misma puerta que se entra…. ¡Se puede salir!

Igual que el cuerpo es el disparador, también puede ser el espacio en el que se ancla la 
confianza primordial, y ésta es la solución para volver a enchufarnos a la Vida.
Aquella confianza con la que todos sin excepción vinimos al mundo, es la confianza primordial no es la egoica, aquella que hemos tenido que ir creando desde el Ego para parecer seres bondadosos.
El Cuerpo tiene memoria de confianza no egoica y primordial, y tiene registro de acceso tanto a su existencia como a sus diferentes formas de pérdida gradual en cada una de las personas.
A través del cuerpo podemos aprender a vivir en cualquier escenario de una forma natural, más allá de las circunstancias y librarnos de las estrategias  propias de nuestro carácter o eneatipo. Y esto es lo que proporciona el trabajo con “El Cuerpo y el Eneagrama”

Lo cierto es que el Eneagrama nos muestra muestra nueve estilos de pérdida de unicidad, de como nos escindimos y nos mantenemos escindidos. El Cuerpo nos abre la puerta a la recuperación , nos ofrece una vía de cerrar heridas y acercarnos a la felicidad del SER y conectar con la vida.
Cuerpo y Eneagrama nos ofrece a la vez el mapa de nuestro Ego y la ruta hacia nuestro SER.






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